Amigdalitis
Concepto:
Es la inflamación de las amígdalas palatinas.
Las amígdalas son masas de tejido linfoide que tienen
la función de proteger al organismo de infecciones víricas o bacterianas.
Etiología:
Las
infecciones víricas son predominantes (80%): adenovirus, enterovirus,
parainfluenza.
Aunque también puede ser causada por bacterias.
Los síntomas y signos que sugerirían origen bacteriano serian:
-Inicio
brusco con fiebre alta (38-39°C).
-Faringodinia, que suele ser
intensa.
-Cefalea.
-Gran
componente de exudado amigdalar.
Las amigdalitis víricas suelen ser de inicio gradual,
con fiebre moderada, síntomas catarrales de intensidad variable y escasa
afectación del estado general. La exploración de la faringe mostrará hiperemia
variable, en ocasiones exudado y otras veces vesículas, úlceras o nódulos
blanquecinos.
Diagnostico:
-Frotisfaríngeo
El cultivo de garganta o frotis faríngeo es el patrón
oro para el diagnóstico. El intervalo desde la recogida de muestra hasta el sembrado en
la placa de agar sangre de hasta 12 horas, y probablemente más tiempo, no
invalida el resultado. La muestra puede mantenerse a temperatura ambiente. Es
difícil aislar el germen después de 1-2 dosis de antibiótico.
Tratamiento
Víricas:
No se precisa antibiótico y el tratamiento es sintomático, con
paracetamol y/o ibuprofeno
Bacterianas:
Ser tratadas siempre con antibiótico. El objetivo de la antibioterapia
es prevenir la fiebre reumática (FR).
Cirugía (Amigdalectomía)
Amigdalotomía:
La amigdalectomía consiste en la
extirpación quirúrgica de las amígdalas. Esta intervención quirúrgica la lleva
a cabo el otorrinolaringólogo. Se realiza bajo anestesia general y dura
aproximadamente 30 minutos. Esta cirugía se realiza tanto en niños como en
adultos.
Cuidados
Post-operatorios:
El niño se ha de colocar en el postoperatorio
inmediato en decúbito lateral, con el fin de que pueda expulsar con facilidad
las secreciones de la boca-faringe.
No se comienza una dieta líquida hasta pasadas 5-6
horas cuando el paciente esté completamente despierto con buenos reflejos.
Antibioterapia postoperatoria: su administración está
indicada para prevención de las complicaciones infectivas locales.
Analgesia: es de sobra conocido que esta intervención
está caracterizada por un marcado dolor postoperatorio, siendo más intenso en
función de la edad.
En el postoperatorio inmediato lo ideal es conseguir
un estado de alerta adecuado a la vez que un buen nivel analgésico.
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